martes, 17 de febrero de 2009

LA MÁSCARA


Necesitamos ver más allá de la máscara que la gente nos muestra, para ver el alma adentro. Esto lo hacemos trabajando con nuestras emociones fuertes. Es lo que está dentro de nosotros y que estamos tratando de evitar, lo que nos impide "ver" en verdad al otro.
Una vez que lo encontramos y estamos dispuestos a SENTIRLO, es como magia: nuestra visión del otro cambia. A veces es difícil permanecer ahí, la culpa continuará infiltrándose de vuelta, pero, cuando somos dueños de nuestros sentimientos, comenzamos a tener opciones distintas.
Hoy, cuando experimentes una reacción emocionalmente fuerte hacia alguien, averigua qué sentimientos viejos te detonaron.
Nunca se trata de la otra persona. Mira hacia adentro y verás.

2 comentarios:

divagador@ dijo...

hola...yo creo que la respuesta (si se le puede llamar así) esta en uno, por eso cada vez que depositamos en el afuera algo se trata de proyecciones que hacemos...lo mismo sucede con los sentimientos cualesquiera sean estos, a veces el simple movimiento que nos generen tiene que ver con algo que antes ya nos ha movido...saludos!!

Cabalayka dijo...

Gracias divagando_siempre por tu estupenda reflexión. Absolutamente de acuerdo contigo...nuestras proyecciones nos acompañan siempre.
Saludos cordiales y gracias por tu comentario.

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