La mayor parte de las personas que vivimos en el ámbito de la cultura occidental, hemos desarrollado predominantemente las funciones racionales que lleva a cabo el hemisferio izquierdo del cerebro, con menoscabo de las sensoriales que corresponden al lado derecho y por lo tanto, somos más racionalistas y menos perceptivos e intuitivos.
En nuestra cultura actual, se considera que la intuición, la imaginación, la subjetividad y el sexto sentido, no son formas válidas para obtener conocimientos y por lo tanto se reprimen desde la infancia. Consecuentemente no desarrollamos suficientemente las funciones que podríamos realizar con el hemisferio cerebral del lado derecho, entre las que se encuentra la Radiestesia.
Todos tenemos un sexto sentido y una capacidad potencial para tener sensaciones extrasensoriales, pero una gran parte de la población nunca llega a desarrollarlos significativamente. Esto explica porque unas personas tienen más facilidad que otras para usar el péndulo u otros instrumentos radiestésicos.
Aquellas personas cuyo hemisferio cerebral derecho se ha desarrollado adecuadamente, tienen el “don” para practicar la Radiestesia.
Pero de cualquier manera, la Radiestesia tiene que aprenderse y requiere entrenamiento y perseverancia para su dominio total.
Quienes desean practicar la Radiestesia requieren someterse a un entrenamiento formal, para poder captar las radiaciones emitidas por nosotros mismos y por los cuerpos y formas de energía que nos rodean.
En nuestra cultura actual, se considera que la intuición, la imaginación, la subjetividad y el sexto sentido, no son formas válidas para obtener conocimientos y por lo tanto se reprimen desde la infancia. Consecuentemente no desarrollamos suficientemente las funciones que podríamos realizar con el hemisferio cerebral del lado derecho, entre las que se encuentra la Radiestesia.
Todos tenemos un sexto sentido y una capacidad potencial para tener sensaciones extrasensoriales, pero una gran parte de la población nunca llega a desarrollarlos significativamente. Esto explica porque unas personas tienen más facilidad que otras para usar el péndulo u otros instrumentos radiestésicos.
Aquellas personas cuyo hemisferio cerebral derecho se ha desarrollado adecuadamente, tienen el “don” para practicar la Radiestesia.
Pero de cualquier manera, la Radiestesia tiene que aprenderse y requiere entrenamiento y perseverancia para su dominio total.
Quienes desean practicar la Radiestesia requieren someterse a un entrenamiento formal, para poder captar las radiaciones emitidas por nosotros mismos y por los cuerpos y formas de energía que nos rodean.
*Actualmente la radiestesia tiene varias aplicaciones:Ambiental:Para detectar y anular fuentes de energía telúrica que se encuentran presentes en el subsuelo y que provocan desequilibrios energéticos en el ambiente en el que se encuentran. Estas energías de origen geobiológico afectan a las personas , plantas y animales y entre otras cosas pueden provocar problemas de salud, malhumor, insomnio, falta de vitalidad, dispersión de ideas,
Médica:Para restablecer el equilibrio personal tanto físico, como mental, como sutil, ayudando a superar problemas de salud existentes y previniendo la aparición de otros.Hidromineral:Es la antigua rabdomancia. Para encontrar agua subterránea,
venas de minerales, etc.Teleradiestesia:Para encontrar sobre un mapa una persona, animal u objeto
perdido.
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